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Días de escuela.

  • Foto del escritor: photopedrogonzalez
    photopedrogonzalez
  • 20 sept 2021
  • 2 Min. de lectura

Un alumno aventajado se cuela en el túnel del tiempo para ocupar la mesa del maestro en la vieja escuela del pueblo.




A veces no hay que darle demasiadas vueltas a las cosas para que surja la inspiración y encontrar motivos y localizaciones perfectas para una sesión, como la de Mateo el día de su Primera Comunión.

Recordar esas antiguas fotografías que se hacían nuestros abuelos en la escuela fue la idea que le rondaba la cabeza a la mamá de Mateo: Remontarse tiempo atrás, volver a inmortalizar una de esas instantáneas, conectar con las raíces y unirlas al presente a través de la fotografía.





El resto, fue coser y cantar: un modelo encantado, el sitio perfecto; un poco de luz por aquí y por allá y listo. Nuestro reportaje de Comunión ya tenía ese aire que buscábamos. El aire que mejor sienta: el de tu pueblo.



De vuelta al pueblo.

Hoy, que cada vez con más pena vemos cómo nuestros pueblos se van vaciando es el mejor momento para acercarse a ellos a trabajar. Darles vida aunque sea por unas horas y sacar de ellos todo el potencial que tienen.



Nuestra sesión.


Viforcos, en León, fue el lugar indicado. La vieja escuela restaurada, típicas puertas maragatas pintadas de colores azules y rojos, el camino de los molinos... Ningún fondo de estudio te da las posibilidades que nos encontramos allí. De hecho, una de las fotografías hechas utilizando como elemento una puerta azul nos sirvió para hacer los recordatorios del día.





Fue un magnífico día de sol y buen tiempo. La luz se colaba entre las hojas y lejos de molestarnos nos dejaba unos bonitos contrastes muy acordes con el entorno. Con Mateo todo fue genial; un auténtico modelo que disfrutó, aguantó el montón de disparos de cámara y que incluso se atrevía a proponer cómo y dónde hacer alguna de las fotos. Todo fue sobre ruedas. Y claro, una buena tarde de trabajo al aire libre siempre sienta muy bien.





Para finalizar, un toque rockero del pequeño de la casa que no sólo se lleva unas bonitas fotos, también deja para su familia un hermoso recuerdo muy unido al pasado.






Gracias Cris, gracias Óscar y por supuesto gracias a Mateo, mi sobrino.








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